¿Qué te llamó la atención del proyecto de WLB cuando lo conociste?
Sobre todo, la idea de que sea un punto de encuentro de mujeres, de tan diferentes sectores, y con ganas de compartir experiencias, inquietudes. Y, sobre todo, la ilusión que se ha puesto en la puesta en marcha del proyecto, eso hace que el proyecto sea diferente e interesante.
¿Qué te gustaría que (te) aportase un proyecto como WLB?
Conocer gente nueva que nos aporte nuevas visiones, nuevos contactos y que pudiéramos servir como referente a muchas mujeres jóvenes que están empezando en su vida profesional, incluso a nuestr@s hij@s.
¿Qué crees que pueden aportar perfiles como el tuyo (a otras mujeres afines)?
Sobre todo, compartir mi experiencia de estos años, compartir la gestión de los proyectos de innovación desde el punto de vista de organizaciones pequeñas. Ayudar a acercar la tecnología a las empresas y personas, a quitar el miedo a acercarse a un mundo de digitalización cada vez más grande.
¿Cómo te han ayudado otras mujeres en tu carrera profesional?
A lo largo de estos años, he trabajado con hombres y mujeres, y todos me han ayudado a seguir adelante, a pasar buenos y malos ratos, pero sobre todo he aprendido de todos y cada uno de ellos.
¿A qué mujeres admiras y por qué?
Es difícil elegir a solo una mujer, me he encontrado con muchas mujeres brillantes, creo que únicamente tenemos que mirar a la derecha o a la izquierda y nos encontramos a una mujer a la que admirar, madre, amiga, hermana, cuñada, compañera… todas son inspiración para seguir adelante.
¿Qué consejo darías a otras mujeres que te gustaría te hubiesen dado a ti?
Tenemos que quitarnos el miedo, como mujeres, a la tecnología y a los sectores más masculinizados, hay que disfrutar en cada momento con lo que haces y sobre todo , entender que hay que apoyarse en los de alrededor, y no renunciar ni a tu vida profesional ni a tu vida personal.